En esta carta podemos observar una gran mano blanca que sale de entre las nubes y que sostiene un madero vigoroso y florido. Este basto parece alimentarse de alguna manera por la energĆ­a que contiene e irradia la mano poderosa. En este sentido, el madero que debe nutrirse esencialmente de elementos terrenales (tierra, agua, oxĆ­geno), consigue su vigorosidad en una energĆ­a superior. ĀæLo fĆ­sico y lo divino junto?
Debajo de Ć©l aparece una riachuelo y un castillo en la cumbre de una montaƱa, que a la vista parecen pequeƱos pero que en efecto no lo son. Lo imponente de la vara hace ver todo muy pequeƱo y resalta en efecto su importancia ante el resto de los elementos. No se trata de una espada que corta, se trata de un madero que sirve de apoyo similar a la que lleva El ErmitaƱo pero que tambiĆ©n es Ćŗtil para la defensa. En caso de ser usado para defenderse, el efecto del basto puede generar un dolor pasajero pero que no lleva necesariamente a malograr en exceso o a cortar como la espada.
En efecto es una vara imponente y su firmeza no se pone en duda. ĀæQuĆ© busca decirnos su presencia?