XX.- El Juicio



Desde el cielo se observa a un gran Angel que hace resonar una tropeta que lleva sobre sí un estandarte. Debajo de él se encuentran varias personas entre niños y adultos; todos tiene una tez pálida y azulada. La mayoría de ellos se encuentran de pie y en una especie de cajón; miran al Angel en actitud de gratitud o súplica. Indudablemente las imágenes de esta carta y su nombre son tremendamente ilustrativas de los hechos comentados por Juan en su Apocalipsis, quien habla de las revelaciones que describen el fin de los tiempos (Apocalipsis Cap. 8, 9, 10 y 11; Cap. 20, 11-15). En este relato, Juan describe la resurreción de los muertos devueltos por el mar, la muerte y el lugar de los muertos, y el juicio que tendrán que enfrentar por sus buenos o malos actos en vida. Esto explica el color pálido de los cuerpos que acaban de resucitar y los ataules donde se encontraban. El Angel de la carta parece ser el que corresponde a la séptima trompeta del relato. Al evocar el fin de los tiempos del Apocalipsis de Juan, esta carta trasmite la idea de una situación o momento decisivo en nuestras vidas (quizás largamente esperado) en donde una decisión irremediablemente habrá que tomarse para continuar algún camino. Es clave el momento.