Un hombre con túnicas color rojo aparece desde una posible fortaleza o castillo, mirando a los lejos, quizás al horizonte, en actitud tranquila, reposada y segura. ¿Qué mirará? ¿Las extensiones de su propiedad o el fruto de su trabajo? ¿Los posibles barcos que navegan? A sus lados cuenta con dos bastos: el de su izquierda, el cual sujeta, se encuentra cimentado en una aparente base de concreto (al menos es la impresión que da, aunque puede tratarse de una vara apoyada simplemente sobre el cimiento); este basto se encuentra firme, inamovible, fresco y florido. A su lado derecho se encuentra otra vara que. a diferencia de la anterior, se encuentra en una especie de abrazadera, lo cual hace suponer que puede removerse a voluntad y de acuerdo a la necesidad. Entonces: una vara sostiene y otra auxilia a este hombre. ¿Cual sería esa necesidad? ¿Para qué usar la segunda vara?
En su mano derecha sostiene una esfera que parece una réplica en miniatura de la tierra, la cual estaría simbolizando sin duda su dominio o poder sobre ella.
Casas, montañas, bosques, mar y una fortaleza, todas ellas en aparente disposición de este hombre que pareciera ser alguien con muchas riquezas y poder. ¿Qué mira este hombre? ¿Aquello que ha alcanzado? ¿Aquello que aún no alcanza? ¿Ve el resultado o la nueva meta? Sin embargo, sea lo que sea, la carta da sensación de tranquilidad, de firmeza y de un dominio incuestionable.